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1. Actívate: Usa un cepillo corporal para cepillar en seco tu cuerpo antes de la ducha. Pondrás a trabajar la circulación como lo hacen un masaje a dos manos.
2. Ingredientes Sensoriales: El uso de esencias -como en la aromaterapia- son herramientas imprescindibles en todos los spas. Usa productos exfoliantes o limpiadores con aceites esenciales.
3. Líquido o barra: Un limpiador líquido te dará mejores resultados, tiene aromas muy finos y agentes hidratantes.
4. Ducha fría: No uses agua caliente porque puede irritar o sensibilizar tu piel. Mejor úsala fría. Ayuda a tonificar tu piel y cierra los poros.
5. Por más de 12 horas: Aplica tu hidratante sobre la piel ligeramente húmeda para que lo puedas aprovechar al cien por ciento. La hidratación será prolongada.